Barril de plástico encontrado flotando en el Pacífico Sur por 5 Gyres.
Otro desecho plástico proveniente del océano: una boya y línea de pesca sostenida por Anna Cummins, co fundadora de 5 Gyres.
Muestra de partículas de plástico del océano.
Otra tarde llena de un azul intenso en la expedición que Descubre el verde se encuentra realizando con el proyecto 5 Gyres para estudiar la contaminación plástica en el océano Pacífico Sur.
Mientras la toma de muestras sigue demostrando la presencia de pequeñas partículas de plástico en el agua y grandes desechos continúan apareciendo sobre la superficie (ayer, un barril de petróleo vacío y una boya), preguntas como quién es responsable y cómo debería solucionarse este problema empiezan a aparecer.
Anna Cummins y Marcus Eriksen, fundadores del Instituto 5 Gyres, tienen algunas ideas y comentarios al respecto.
La pregunta de quién es responsable por la presencia de este material tóxico en el océano es fácil de responder: todos lo somos. Cualquier desecho plástico que comienza en tierra puede ser arrastrado por lluvias o vientos a un curso de agua, que al desembocar en el océano lleva los desechos consigo. Así, el primer paso a resolver el problema es disminuir el consumo y desecho de plásticos, especialmente aquellos que tienen una vida útil muy corta (embalajes, botellas de plástico, bolsas, etc.).
Sin embargo, existen otros interrogantes como cuál es la responsabilidad de países e industrias en todo esto.
"El tema tiene varios desafíos a resolver. Uno de los más importantes es que aunque todos los países son culpables, ninguno es legalmente responsable de lo que pasa más allá de las 200 millas de su zona económica exclusiva, cuando se entra en aguas internacionales. Existen leyes que prohíben el vuelco de sustancias y basura al océano, pero no hay ni un solo organismo que esté controlando el tema o haciendo cumplir legislación", explica Cummins.
"Otro problema es que es muy difícil saber de dónde viene el plástico: quién produjo los ítems que terminan en el agua. Elementos como equipamiento y redes de pesca pueden ser apuntados a una industria en particular, pero el resto de los productos están degradados al punto de pequeñas partículas y fragmentos, por lo cual no podés decir si antes fueron un tenedor, un cuchillo, la tapa de una botella de plástico, un balde o un cajón", señala Eriksen.
Como se trata de un fenómeno que no es claramente visible a menos que se tomen muestras, también es difícil de comunicar: "No hay una isla de basura, ni una masa tangible de contaminación plástica, así que el hacer sentir la urgencia del problema a la gente es un desafío", dice Cummins. Además, el plástico está distribuido en partículas tan pequeñas que no es fácil removerlas del océano.
¿Qué alternativas existen? Además de comenzar por consumir menos plástico en tierra, los fundadores de 5 Gyres sugieren más responsabilidad empresarial y cooperación internacional.
"Necesitamos más cooperación y menos manipulación del problema por parte de la industria. Ellos insisten en que la única solución es que los consumidores reciclen sus productos plásticos, pero no dicen nada sobre reducir la producción, aunque sea de los plásticos más peligrosos", apunta Eriksen.
"En términos de quién debería tomar responsabilidad, sería maravilloso ver más liderazgo en el plano internacional de la UNEP y las Naciones Unidas. Hemos empezado a ver más de esto, con un anuario que han publicado con el estado de desechos en el océano a nivel global, pero sería interesante ver más de este tipo de acciones. Así como existen metas en temas como cambio climático, también sería importante que los países comenzaran a fijar objetivos de reducción de desechos", agrega Cummins.
Si les interesa involucrarse más con el tema de la contaminación de plástico en los océanos, pueden encontrar más información y recursos en www.5gyres.org.
Sigan sintonizados a Descubre el verde para enterarse de lo que pase en el resto de la expedición y a nuestra llegada a la Isla de Pascua.